Tertulia del libro «Luna de Senegal»


Segunda tertulia realizada, esta vez con el libro «Luna de Senegal», leído en 6º de primaria.

Hemos de decir que este libro nos ha tocado el corazón y el alma.

Solo un autor que escribe con esta sensibilidad puede dejarte tanta huella y erizarte toda la piel.

Nos hubiera gustado tener una mayor participación de familias y alumnado, porque este autor y en concreto este libro, bien se lo merecían.

Leer «Luna de Senegal» es ponerte en la piel de tantas personas que, como Khoedi, están con los pies en el aire, ya no son ni de allí ni de aquí.

Como en todos sus libros, Agustín Fernández Paz se compromete y nos habla de inmigración, de racismo, de identidad, de esperanza y de arraigo. 

Nos hemos puesto en el lugar de Khoedi y si tuviéramos que emigrar todos echaríamos de menos a nuestra familia y a los amigos, (ninguno ha nombrado nada material). Nereyi, que ya lo vivió cuando llegó de Colombia hace ya unos años, tenía añoranza de su verdor, de su música y sus comidas. Boubakar echaba de menos a sus amigos.

Nos hemos dado cuenta que las conversaciones de Khoedi con la luna unen toda la historia, como un hilo invisible que hace que ella pueda no  olvidarse de Senegal.

Agustín Fernández Paz consigue que todo su libro sea un homenaje, un elogio al poder de la oralidad como fuente de cultura.

Alejandra, que nos ha transmitido maravillosamente bien sus impresiones, piensa que aquello que lees te forma como persona y hace que seas quien eres.

La frase que resume el libro es la que realiza la madre de Khoedi: » Lo importante es estar donde uno se siente bien, junto a las personas que te quieren».¡Ah!, por cierto, en este libro hay muchos libros, puesto que la protagonista es una gran lectora: «Charlie y la fábrica de chocolate», «El principito», La isla misteriosa»…y nombra en todo momento a Rosalía de Castro y a Leopold Sédar Senghor.

Si no los conocéis, aquí os dejamos un poema de cada uno de ellos. A Leopol Sédar Senghor lo hemos descubierto a través de esta lectura. Si queréis saber quien es tendréis que buscarlo y descubrirlo.

Adiós, ríos; adiós, fuentes
adiós, arroyos pequeños;
adiós, vista de mis ojos:
no sé cuando nos veremos.

Tierra mía, tierra mía,
tierra donde me crié,
huertita que quiero tanto,
higueritas que planté,

prados, ríos, arboledas,
pinares que mueve el viento,
pajaritos piadores,
casita de mi contento,

¡Adiós gloria! ¡Adiós contento!
¡dejo la casa en que nací,
¡dejo la aldea que conozco,
por un mundo que no vi!

Dejo amigos por extraños,
dejo, la tierra por el mar,
dejo, en fin, cuanto bien quiero…
¡Quién pudiera no dejarlo!…

Más soy pobre, y ¡mal pecado!
mi tierra no es mía,que hasta le dan de prestado,
la orilla por donde camina,
al que nació desdichado.

¡Adiós también, queridita…!
¡Adiós por siempre quizás…!
Te digo este adiós llorando
desde la orillita del mar.

No me olvides, queridita,
si muero de soledad…
tantas leguas mar adentro…
¡Mi casita!, ¡mi hogar!

Rosalía de castro

Querido hermano blanco, cuando yo nací, era negro,
cuando crecí, era negro,
cuando estoy al sol, soy negro,
cuando estoy enfermo, soy negro,
cuando muera, seré negro.

En tanto que tú, hombre blanco
cuando tú naciste, eras rosa,
cuando creciste, eras blanco,
cuando te pones al sol, eres rojo
cuando tienes frío, eres azul
cuando tienes miedo, te pones verde,
cuando estás enfermo, eres amarillo,
cuando mueras, serás gris.

Así pues, de nosotros dos,
¿quién es el hombre de color?

Léopold sédar senghor
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