El viernes vino Ángela, la hermana de Mateo y nos contó una preciosa historia que nos hizo reflexionar sobre la importancia de respetar nuestros gustos y los de los demás.

Después el salón de actos se convirtió en un salón de manicura, donde todas y todos los que quisieron ¡¡¡se pintaron las uñas de bonitos colores!!!

¡Gracias Ángela!

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