Un año más, llegó la fiesta de la Apertura de la Biblioteca. Con gran ilusión y nervios preparamos siempre los cuentacuentos y el pregón que dan inicio a los préstamos de libros para casa. Semanas antes, niños y niñas de quinto prepararon el decorado y los personajes necesarios para los cuentacuentos y los niños de cuarto estuvieron ensayando en sus horas de recreo. Así que, gracias a muchos niños voluntarios sale siempre adelante esta actividad.
Este año, el pregón fue espléndidamente leído por Leyre, Issa y Ángela, todos ellos alumnos de sexto. Y después, ya que el tema que se va a trabajar en nuestro colegio todo el año es la Diversidad Cultural, quisimos hacer un guiño con los cuentos que contamos, que fueron: «Las primeras fresas», cuento de los indios cherokees y recopilado por Joseph Bruchac y el cuento contado en inglés, «Elmer», nuestro querido elefante de colores, de David Mckee.
Para terminar, pequeños, medianos y mayores tuvieron de regalo un Elmer, y sin esperar mucho más, subimos todos a la biblioteca para elegir el cuento que nos íbamos a poder llevar a nuestras casas.
Gracias a todas las familias que asistís a este día y a las sucesivas animaciones lectoras, conseguís que sean unas tardes bonitas y especiales, tejiendo comunidad alrededor de los libros. Y os recordamos a todas las familias que los días de apertura de la biblioteca fuera de horario escolar son : MARTES Y VIERNES DE 16:00h a 17:00h.
¡¡Os esperamos, la biblioteca Leefanta está siempre abierta para todas las familias!!
Pregón bibliotecario
Abre las puertas y entra. Apaga tu móvil. Tómate una buena ración de silencio. Sacúdete el polvo de los días aburridos, y sígueme. Necesitas descansar de tanto ruido, interno y externo.
Entra en este espacio que aguarda por ti. Recorre todos los rincones de esta casa de la libertad, respira este aire que no sabe de fronteras, déjate llevar por la corriente de aromas que anuncia los tesoros de la Biblioteca. Estamos en un lugar especial, sería imposible confundirlo.
Imaginemos las bibliotecas como unos telares donde se hilvanan relaciones y conocimientos, donde se anuda el sentido de pertenencia. Cada visita, cada lectura, cada conversación, aporta su hilo único a nuestro tejido comunitario. A través de estos intercambios y conexiones, nuestras diferencias y similitudes se unen, mostrando la diversidad y riqueza de nuestras comunidades.
ABRE LOS LIBROS y sumérgete en el agua de la vida que brota irreprimible desde sus páginas. Déjate arrastrar por el torbellino de voces, de lenguas, de olores, de paisajes. No olvides nunca la dimensión mágica que tienen las palabras.
Los libros contienen los sueños, las pasiones, los miedos, los amores y las risas. En sus páginas habita la inmensa variedad de sentimientos y experiencias de la humanidad, de las personas que viven ahora en cualquier lugar del mundo y de las que desaparecieron hace muchos años.
DONDE HAY UNA BIBLIOTECA HAY UNA LUZ que atraviesa todos los muros, una luz que se hace más intensa cuando crecen las personas que la incorporan a sus vidas. Las mismas personas que, más tarde, llevarán con ellas el reflejo de esa luz, la semilla de ese mundo nuevo que algún día haremos crecer. Un mundo más solidario, más plural, más culto, más justo. Un mundo donde no se escuche la voz adormecedora de los poderosos, sino las palabras múltiples y diversas de todas las personas que habitamos esta casa común de nuestro planeta.
Que no haya un solo niño, joven o adulto, que no roce la mano de una bibliotecaria que le aconseje, que le oriente en el laberinto. Que es lo mismo que decir que no haya un solo ser humano conectado a lo que fue, lo que es y lo que será. En el libro que te espera en la mesilla de noche o junto al sofá, hay millones de libros. Ingenuos o complejos, humildes o lujosos. Pero, todos preciosos. Conectados por un invisible hilo de plata que une mano con mano, estantería con estantería, un hilo inacabable y luminoso.
Larga vida a las bibliotecas, refugio de todos, también de los sin cuento, de los sin libro, de los sin papeles, de las niñas que no quieren ser princesas y de los niños que no quieren ser héroes. Larga vida a los bibliotecarios y bibliotecarias, guardianes del Paraíso, de máquinas del tiempo y de grandes tesoros como son los libros.
¡Feliz Día de las bibliotecas!
(Texto creado a partir de fragmentos de los pregones de Gemma Pasqual, Gonzalo Moure, Agustín Fernádez Paz, Mariasun Landa, escritos en años anteriores).