En Argentina, los 25 de Mayo de cada año se conmemora la Revolución de Mayo que constituye el nacimiento del primer gobierno patrio en el año 1810.
En el mes de mayo de 1810, un grupo de personas, motivados por la crisis política y económica que vivía en aquella época en todo el Virreinato del Río de La Plata decidieron tomar el control del gobierno. Así un 25 de Mayo se dio lugar a la Primera Junta que constituyó el primer gobierno patrio.
La gastronomía de Argentina combina influjos provenientes de muy diversas culturas, desde los pueblos originarios ―maíz, papa, batata, mandioca, ají, tomate, morrón, poroto, yerba mate―, la llamada «cocina criolla» influida por los colonizadores españoles y los gauchos ―la carne vacuna, el vino y el dulce de leche― y la africana subsahariana ―el consumo de achuras y mondongo―, hasta las grandes corrientes migratorias provenientes de Europa y Asia occidental a partir de mediados-fines del siglo XIX, principalmente la italiana ―la pasta y la pizza― la española ―la tortilla de patatas― y la boliviana, con gran incidencia en la producción hortícola.

Un factor determinante para su gastronomía es que Argentina, debido a la extensión y fertilidad natural de sus amplias llanuras, ha sido tradicionalmente un importante productor agrícola y ganadero. Entre los principales productos alimenticios se encuentran el trigo, poroto, maíz, girasol, carne (vacuna, ovina, avícola), leche y derivados, huevos, té, arroz, azúcar, aceitunas, embutidos, cítricos, manzanas, uvas, melones, sandías, duraznos, tomates, frutillas, limones, miel (tercer productor mundial), aceites comestibles (maíz, girasol, oliva), etc. En los últimos años el principal producto rural del país es la soja, destinada principalmente a la exportación y usado como alimento para animales.
La gran producción de carne vacuna determina que sea esta la de mayor consumo en el país. Argentina es uno de los países con mayor consumo per cápita de carne en general y de carne vacuna en particular, situación que no sufrió cambios significativos a lo largo del tiempo. Una comida típica argentina es el asado o parrillada (carne y entrañas de vaca cocinadas a las brasas), además de las empanadas (especie de pasteles rellenos de carne u otros ingredientes). Además, es muy habitual el consumo de un sándwich de chorizo, denominado choripán.
De modo semejante, las enormes producciones trigueras hacen que el pan más común sea el pan blanco de harina de trigo y explican en gran medida el éxito de ciertas comidas difundidas por el gran número de inmigrantes italianos, entre ellas la pizza argentina, extremadamente popular, caracterizada por tener mayor grosor de masa que las italianas.
La producción y consumo de leche es muy importante, consumiéndose alrededor de 240 litros por persona por año. De la existencia de grandes disponibilidades de leche se ha derivado un alto consumo de alimentos derivados como quesos (el país cuenta con 8 quesos propios) y dulce de leche, entre otros.
Entre los dulces, el alfajor es un producto ampliamente consumido y producido con múltiples variables regionales. Lo mismo sucede con los helados, en especial con los de tipo italiano, aunque ya desde el tiempo de la colonia española existía alguna afición a los helados de tipo sorbete. Hoy en día se mantiene el consumo de alfeñiques, típicos del Noroeste Argentino.
La bebida característica que Argentina comparte con otros países vecinos es una infusión precolombina de origen guaraní preparada con hojas de yerba mate (planta originaria de la Cuenca del Plata) llamada mate. El mate también puede ser preparado como un té, siendo denominado en este caso mate cocido. La colonización española introdujo el consumo del café, que se ha hecho masivo, generalizándose desde los tiempos coloniales los «cafés» como lugares de encuentro. Existe también un amplio consumo de té, ya sea de su variedad clásica introducida por influencia de la inmigración británica, como de hierbas digestivas de provenientes de antiguas tradiciones precolombinas como el boldo y la peperina. En menor medida, existe la costumbre de consumir infusiones de chocolate, también por influencia colonial.
Entre las bebidas alcohólicas se destaca el vino, del cual Argentina es el quinto productor mundial, elaborado principalmente en Mendoza, San Juan y en otras provincias cordilleranas. Entre los vinos característicos del país se destaca el malbec. Otras bebidas alcohólicas, mayormente conocidas en las zonas rurales del norte, como lo son la caña y algunas de origen precolombino, como la aloja, la chicha y el guarapo (una variedad de hidromiel).
El desayuno clásico es pan con manteca y dulce, acompañado de café, leche y, eventualmente, mate; este último suele reemplazar totalmente al desayuno. La cena se suele realizar después de las 21:00 h. Existe la tradición de dedicar el almuerzo del domingo al asado o las pastas, en reuniones familiares o con amigos.
Además de las diferencias regionales, existe una distinción muy importante entre la gastronomía netamente urbana, la de zonas menos urbanas y la de zonas rurales, más tradicionales. Otro conjunto de diferenciaciones está dado por los estratos socioeconómicos. Aunque existen comidas argentinas comunes en toda la extensión del país (asados y el chimichurri, los churrascos y milanesas, el dulce de leche, los alfajores, las empanadas de carne, el locro, el puchero, el guiso carrero con fideos, el guiso de arroz y el mate —especialmente el amargo—, se pueden distinguir cuatro regiones gastronómicas principales

NUESTRO MENÚ PARA EL DÍA 26 DE MAYO ES JUDÍAS VERDES Y MILANESAS CON PURÉ DE PATATAS
La milanesa es un filete, normalmente de carne vacuna —pero también puede ser con pollo o cordero— empanado, el cual se cocina frito o al horno. Por extensión, se llama milanesa a cualquier rebanada de un ingrediente rebozado y cocido de manera similar, por lo que existen milanesas de cerdo, de pollo, de pescado, de soja, de berenjena o de mozzarella, entre otros ingredientes.
Si bien su nombre proviene de la ciudad italiana de Milán y se inspira en la cotoletta alla milanese, el origen específico de la preparación es disputado: Ya en el siglo XIX se conocía en España como «chuletas de ternera a la milanesa» y se señalaba de origen italiano. Desde el siglo XX es una comida típica de la cocina argentina, uruguaya, venezolana y de otros lugares de América Latina gracias a la migración italiana, alemana y austríaca.
La milanesa puede consumirse «al plato» (generalmente con una guarnición como ensalada, puré o papas fritas) o como sánguche.

Cuatro fiestas populares que hay que vivir al menos una vez en la vida Argentina.
La riqueza cultural de Argentina se despliega en múltiples sentidos. Uno de ellos son las fiestas populares que encapsulan la esencia misma del alma del país. Cada acorde, cada paso de baile, y cada sabor contienen siglos de tradición, tejidos con hilos de música, danza y gastronomía. Y son mucho más que eventos multitudinarios: son cronistas de la historia argentina, narradores de la evolución cultural que marcó indeleblemente la tierra del tango y el mate. Desde las cautivadoras notas del chamamé en las tierras correntinas hasta la melodía nostálgica del folklore que resuena en las noches mágicas de Cosquín, estas celebraciones se convirtieron en verdaderos testimonios vivientes de la identidad argentina. La tradición se viste de gala y se celebra con la alegría contagiosa que solo el país albiceleste puede ofrecer. Un viaje musical, una danza eterna, y un festín para los sentidos.
El Carnaval de Gualeguaychú
Diez noches repletas de alegría y color. Más de mil artistas deslumbrando con trajes adornados con hasta 70.000 plumas. El corsódromo del Parque de la Estación vibrando con ritmos únicos. Este es el preámbulo de una de las fiestas más codiciadas de todo Argentina. ¿La sede? Gualeguaychú, Entre Ríos. El apodado Carnaval del País se celebra hace más de 25 años en la provincia, llevando al frente desfiles y coreografías que reciben a más de 40 mil personas de todos lados del mundo. Es el mayor espectáculo teatral a cielo abierto y una experiencia que no se puede perder para anotar en la lista de cualquier viajero.
La Fiesta de la Vendimia
La máxima celebración para los amantes del buen vino. En Mendoza, la tierra de los viñedos y los sabores exquisitos, la Fiesta Nacional de la Vendimia se alza como un evento destacado a nivel mundial. ¿Qué esperar de esta festividad? Música que resuena en el aire, explosiones de fuegos artificiales que pintan el cielo con colores vibrantes, carrozas y un inmenso escenario que ofrece un espectáculo tras otro. Pero esta fiesta no es solo un festín visual y auditivo: el propósito es rendir homenaje a la tierra y a los labradores que con dedicación cultivan los viñedos. La reina de la vendimia es elegida y ovacionada, y el Malbec es protagonista en cada momento.
El Festival Nacional del Chamamé
En la provincia de Corrientes el chamamé se erige como un testamento viviente de la rica herencia cultural del nordeste argentino. Este estilo musical y de danza tejió su esencia en la idiosincrasia del litoral, desempeñando un papel crucial en su evolución. Por este motivo, cada enero la provincia se transforma en el epicentro vibrante del género con la celebración de la Fiesta Nacional y del Mercosur del Chamamé. El Anfiteatro «Mario del Tránsito Cocomarola» se convierte en el escenario sagrado donde las melodías, la poesía y la danza se entrelazan para formar el auténtico núcleo de la tradición correntina. Durante diez noches, el anfiteatro acoge un desfile de las luminarias más destacadas del chamamé, no solo de la región, sino también con la participación de artistas invitados de Uruguay, Paraguay, Brasil y otras provincias argentinas.
El Festival Nacional de Folklore de Cosquín
Nueve noches de pasión musical en la provincia de Córdoba. En la última semana de enero, la ciudad de Cosquín, anidada en el pintoresco Valle de Punilla, se vuelve el telón de fondo de la música folclórica argentina con el Festival Nacional de Folklore. Este evento, el más destacado de su género en Argentina, nació en 1961 a partir de una iniciativa de los habitantes locales y desde ese momento marcó un antes y un después. Porque va mucho más allá de una reunión musical de miles de personas: el Cosquín funciona como un faro de renovación para la música folclórica, promoviendo los ritmos incluso entre la juventud. A lo largo de los años sirvió como un trampolín para catapultar a grandes artistas como Mercedes Sosa, Soledad Pastorutti, Abel Pintos y Los Nocheros.
Con uno de los escenarios más imponentes de América Latina, el anfiteatro de Cosquín puede albergar a casi 10.000 espectadores: 7800 sentados y 2000 de pie.
Os ponemos un enlace para que podáis ver un vídeo del tango tradicional argentino y disfrutéis de él.































