Cada 20 de mayo se celebra el Día Mundial de las Fresas con el propósito de que se conozca su valor y así incentivar su consumo.

Si hay una fruta característica del bueno tiempo, de la primavera y del verano esa es, sin duda alguna, la fresa, que pertenecen a la familia de las rosáceas, un grupo de plantas en el que también se encuentran árboles frutales como los manzanos, cerezos, perales y almendros, una fruta versátil que se puede consumir sola, con nata, en batido, en ensaladas, bañada en chocolate, en yogur… pero, a diferencia de otras frutas como la naranja o el plátano, las propiedades y beneficios de las fresas no son tan conocidos así que vamos a ver qué nos aporta esta deliciosa fruta nutricionalmente:

  • Es una de las frutas con menos calorías gracias a su alto contenido de agua-
  • Tiene un alto contenido en vitamica C, superior incluso al de las naranjas, que ayuda a reforzar nuestro sistema inmune. También aporta carotenos, antioxidantes que nos ayudan a combatir los radicales libres y el envejecimiento de la piel.
  • Ayuda a controlar la presión arterial, gracias a su contenido en vitaminas del grupo B, E y K.
  • Tienen un alto contenido en calcio, fósforo y magnesio, minerales muy importantes para la salud de nuestros huesos.
  • Ayudan a regular el tránsito intestinal y a controlar los niveles de glucosa en sangre gracias a su aporte de fibra.

Todas estas propiedades hacen de ella una fruta muy beneficiosa para nuestra salud, y por ello su consumo es especialmente recomendable para:

  • Embarazadas, niños y personas con anemia, ya que tienen poco azúcar y contiene ácido fólico y hierro.
  • Hipertensos, por su contenido en potasio que ayuda a reducir la presión arterial
  • Diabéticos, ya que su azúcar es fructosa y por su contenido en fibra.
  • Personas que quieren bajar de peso o mantenerlo; por su sabor dulce y su bajo aporte calórico, son muy recomendables como postre o ‘entre horas’.

Como ya hemos mencionado al inicio del texto, El Día de la Fresa tiene como objetivo fomentar el conocimiento y el consumo de esta fruta entre la población. Este consumo es, de media, 1 kilo de fresas por persona al año y aunque su aplicación normalmente se asocia a recetas dulces, la realidad es que existen multitud de diferentes combinaciones en las que la fresa marida a la perfección ya sea en recetas dulces o saladas.

¿Cómo conservar las fresas?

  • La fresa es un producto delicado y su conservación, aunque parezca lo contrario, también lo es. Por eso es muy recomendable seguir unos pequeños consejos para tener claro cómo mantenerlas en un óptimo estado.
  • En primer lugar es muy importante ver que las fresas sean frescas, que estén tersas y no tengan golpes o magulladuras. Para ello es mejor comprobar una a una. En caso de que encontremos alguna fresa en mal estado, la retiramos para que no estropee las demás.
  • El paso siguiente es colocarlas en un recipiente plano y lo suficientemente amplio para que permita que haya espacio entre ellas y no estén en contacto unas con otras.
  • Una vez revisadas y bien ordenadas, las tapamos con papel film y realizamos algunos pequeños orificios para que circule el aire en el interior. Después guardamos en el frigorífico.
  • Un consejo importante para conservar las fresas en las mejores condiciones: si no las vamos a consumir en ese mismo momento, dejarlas tal cual las compramos, es decir, sin lavar ni quitar el tallo.
  • Antes de consumir, lo mejor esa sacarlas una hora antes del frigo para poder apreciar todo su sabor.

Macerar las fresas para potenciar su sabor

  • El proceso de maceración puede aplicarse a varios alimentos. Con él se potencian los sabores y se consiguen nuevas texturas, más blandas y suaves. Para algunos platos resulta muy útil para poderlos cocinar con mayor facilidad.
  • La fruta es un ingrediente ideal para macerar y la fresa, en particular, es uno de los productos que más lo agradecen.
  • Para ello lo mejor es, una vez limpias (lavadas y sin tallo), trocearlas a nuestro gusto y colocarlas en un cuenco amplio. También podemos dejarlas enteras, si no son muy grandes. A continuación añadimos, zumo de naranja, vino, licor, unas gotas de vinagre balsámico, azúcar, etc.
  • Si quieres que las fresas tengan un «toque» más especial, podemos añadir en el cuenco una vaina de vainilla, canela, hojas de menta… Una vez tenemos lista la mezcla, simplemente tapamos la olla con su propia tapa o papel film. Dejamos reposar cómo mínimo media hora, aunque lo más recomendable es dejarlas toda la noche en maceración.

La fresa es un alimento considerado «la reina de las frutas» a Occidente. Para rendirle el homenaje que se merece a este alimento de temporada, os traemos 5 recetas innovadoras y muy diferentes en las cuales aparece la fresa con protagonismo.

Día Mundial de las Fresas: 5 formas de utilizar esta fruta

A continuación, os presentamos la sopa de fresa con helado y yogur, el coulis de fresa, la mousse de fresa con estofado de frutos rojos, las fresas salteadas con pimienta y ron sobre helado de vainilla y, por último, el pastel de nata rellenado de fresa.

Sopa de fresa con helado y yogur

La sopa de fresa con helado y yogur han resultado ser unos postres de aquellas cosas vistosas, buenas y fáciles de hacer. Tan sencillo como eso. Son dos versiones: con helado de turrón Jijona y con helado de fresa. La elaboración es muy sencilla y todavía más rápida de preparar: solo cinco minutos. Para poder cocinarla solo necesitas 1 yogur al gusto, 300 g de fresas maduras, helado al gusto y reducción de Pedro Ximénez. Consulta el siguiente enlace para poder seguir el paso a paso.

Ingredientes : 1 yogur al gusto, 300 g de fresas maduras, helado al gusto y reducción de Pedro Ximénez

Preparación

Limpiad bien las fresas y trituradlas junto con una cucharadita de azúcar. Ya tenemos las fresas trituradas. Llenamos nuestros boles, procuraremos cubrir todo el yogur, que no se vea. La primera versión se ha acabado con helado de turrón al cual hemos añadido un poco de azúcar bolado, pero si no tenéis, podéis utilizar dados de azúcar moreno un poco triturados. Los hemos rematado con una reducción de Pedro Ximénez y una hoja de menta. La otra versión es con un excelente helado de leche con nata y fresas. El chorrito de Pedro Ximénez que no falte, ni tampoco la fresa decorativa. Y la galleta, claro está. ¡Buen provecho!

Coulis de fresa

Hay una salsa ideal para celebrar el Día Mundial de las Fresas: la salsa coulis de fresa. Es una salsa para postres muy fácil de hacer. Aprovecha la temporada de fresa fresca para disfrutar de una fruta tan sabrosa, atractiva y exótica, que está al alcance de todo el mundo. En este caso, el coulis está hecho con edulcorante para rebajar calorías, pero podéis sustituirlo directamente por azúcar, en la misma proporción. ¿Un ejemplo de uso? Pues, para un pastel de queso, pero este solo es un ejemplo de muchísimos. ¡Es hora de hacer volar la creatividad!

Ingredientes

  • Fresa 275 g
  • Azúcar glasé 30 g
  • Agua 35 ml

Cómo hacer coulis de fresa

Dificultad: Fácil

  • Tiempo total 5 m
  • Elaboración 5 m

Para la elaboración de este coulis (y cualquier otro) conviene utilizar fruta madura, que no pasada de punto. Esto es importante pues su sabor y, sobre todo, la duración del coulis, dependen de una buena fruta en su punto de maduración.

Después de lavar y secar las fresas, retiramos las hojas verdes y las desechamos. Troceamos e introducimos en el vaso de una batidora o robot. Trituramos hasta que no haya trozos de fruta visibles y transferimos a un cuenco.

Añadimos el azúcar glasé y removemos con unas varillas. Utilizamos este tipo de azúcar por que se disuelve rápidamente. Podemos usar azúcar granulado, pero habría que dar un hervor a la mezcla para que se disolviera rápidamente o dejar reposar en frío hasta que esto ocurriera.

Cuando el azúcar esté completamente integrado con el puré de fresa añadimos el agua, removemos de nuevo y listo para usar. Este coulis se puede condimentar con un poco de esencia de vainilla, con zumo de naranja o limón (quitando parte del agua), con una pizca de canela molida o cualquier otra especia al gusto.

Una variante del coulis de fresa es el de frutas rojas. Para prepararlo solo hay que usar el mismo peso de fresa indicado en la lista de ingredientes, pero de frutas rojas variadas. Por ejemplo, frambuesas, cerezas y/o grosellas.

Mousse de fresa con estofado de frutos rojos

¡Aprovecha el Día Mundial de las Fresas para ponerte creativo y elaborar un montón de postres! En este caso, verás cómo hacer una sencilla mousse de fresa con un estofado de frutos rojos, que se engalana con pasta brisa para hacerla más interesante a la vista. La pasta brisa porque tolera mejor la humedad que el hojaldre y aguantará crujiente más tiempo. La decoración te puede gustar más o menos, pero realmente, en este caso, es un aspecto secundario de la receta. Es en estos momentos que la imaginación, la creatividad y el talento de cada cocinero o cocinera se tiene que reflejar.

Ingredientes: 200 g de fresas cortadas a trozos, 1/2 plátano cortado a trozos, 1 yogur natural, 3 cucharadas azúcar, 2 claras + 3 cucharadas de azúcar, estofado de frutos rojos y concentrado de grosella.

Para hacer la decoración

Pasta brisa, tiras de cobertura de chocolate negro, hojas de menta, y fresas enteras.

Variantes:

– Podéis sustituir la pasta brisa por hojaldre o por un barquillo, un carquiñol, etc.

– Si no tenéis concentrado grosella no pongáis

– Se puede añadir un poco de licor

Preparación

Empezaremos por preparar la decoración de pasta brisa, ya que lo tenemos que cocer y tardará unos 20 minutos. Llenamos un molde de tartaletas con pasta brisa. De hecho, no hace falta que sean tartaletas, podéis utilizar la forma que más os guste. Lo ponemos a cocer a 190-200ºC durante unos 15-18 minutos. No os preocupéis si se hinchan, que hoy no las tenemos que rellenar. Aun así, si queréis, las podéis pinchar un poco durante la cocción. Lavamos y cortamos las fresas a trozos. Procurad escoger las más maduras. Haremos lo mismo con un plátano bien maduro. Todo a trozos. No importa la medida ya que acto seguido lo trituraremos. Cortar la fruta sólo sirve para ayudar a la batidora. Vertemos toda la fruta dentro del tarro de triturar. Añadiremos tres cucharadas de azúcar. Con un tapón tenemos bastante. Y lo trituramos con la batidora eléctrica. Las tartaletas de pasta brisa ya están cocidas. Las reservamos. Ahora, aparte, montad las claras con el azúcar. Recordad que el azúcar le tenéis que añadir cuando ya estén prácticamente montadas, tal como hacéis con el merengue. Mientras se montan las claras prepararemos las raciones individuales. Nosotros utilizaremos unos vasos bajos muy adecuados para este tipo de presentaciones, pero podéis escoger copas anchas. Empezaremos por aplicar una primera capa de estofado de frutos rojos. Ahora, en un cuenco, mezclad las claras montadas con el 90% de la fruta triturada. Reservaremos un poco para la decoración final. La mezcla tiene que ser suave, evitando rebajar en exceso las claras. Pero por otra parte también os tiene que quedar bien integrado. Preparamos una manga pastelera con un cornete liso y ancho. Lo llenamos. A continuación, ya podemos escudillar los vasos. Llenad el vaso hasta 4/5 partes aproximadamente. Como os comentaba, podéis utilizar copas más anchas, como las de helado. Ahora empezamos la decoración. Colocamos una tartaleta de pasta brisa sobre la mousse. A continuación tiraremos una cucharada de la fruta triturada con yogur que hemos reservado. Ahora, cortaremos una fresa sin partirla del todo y la colocaremos en un lateral del vaso. La hoja de menta que no falte. Aparte de aromatizar el ambiente, da un importante toque refrescante a la vista.  Y ya para acabar, unas tiras de chocolate que tenía hechas de otros postres. Pero podéis improvisar cualquier cosa de chocolate. Ya sólo nos queda ponerlas a enfriar en la nevera un par de horas. Y ya las podéis servir de postres.

 Fresas salteadas con pimienta y ron sobre helado de vainilla

Son unos postres muy rápidos de hacer y con un resultado extraordinario. Unas fresas salteadas con pimienta y ron sobre helado de vainilla, precisamente para buscar este contraste frío-caliente que tanto cautiva en unos postres. También se tiene que reconocer que la pimienta negra le va muy bien en la fresa caliente. Se puede servir la fresa fría, sí, pero el plato pierde toda la gracia

Ingredientes (para 4-6 personas): 

  • 500gr de fresas.
  • 30gr de mantequilla.
  • 2 cucharadas soperas de azúcar.
  • 30ml de Ron
  • Pimienta negra.

Elaboración:

  • Limpiar muy bien las fresas y retirarles las hojas verdes.
  • Poner a calentar una sartén en el fuego y una vez caliente, añadir la mantequilla. Esperar a que se derrita la mantequilla para agregar el azúcar. Una vez se haya añadido el azúcar, remover un poco hasta que junto con la mantequilla adquiera un ligero color tostado.
  • Seguidamente, añadir las fresas y remover de vez en cuando. Es importante que el fuego esté un poco fuerte, ya que las fresas tienen que sacar toda el agua. Al cabo de unos 4-5 minutos añadir el Ron y esperar 5 minutos más hasta que se haya evaporado bien el alcohol para espolvorear las fresas con un poco de pimienta negra recién molida.
  • Retirar del fuego y servir inmediatamente.

Modo de presentación:

Servir una bola de helado de vainilla en un plato y añadir una cucharada de fresas calientes al lado. Por encima el helado verter un poco de jugo de las fresas.

Pastel de nata rellenado de fresa

Por último, una receta de pastelería. Pero paciencia porque que es un poco larga (120 minutos de elaboración). ¿Cómo hacer un pastel de nata a partir de un bizcocho de color rosa oscuro? El rellenado será una mezcla de mermelada de fresa y nata, que dará una tonalidad rosa más clara que el bizcocho. Se tiene que cubrir de nata y con eso se obtienen tres capas visualmente muy diferenciadas. El pastel se decora con rosas de nata, bolas de chocolate y unos corazones rojos de azúcar. Como colofón, se puede escribir el pastel con cobertura de chocolate y le pondremos unos arcos de cobertura negra que aportarán volumen extra en el pastel.

Ingredientes: 1 bizcocho, azúcar baño (80% almíbar + 20% brandy), 500 ml de nata para montar, 80-100 g de azúcar, colorante alimentario rojo, fideos de chocolate, cobertura de chocolate negro, figuras decorativas de azúcar (corazones, bolas, etc…)

Preparación

Cuando estáis montando la tortada o los huevos para el bizcocho, añadiremos un poco de colorante rojo. Podéis utilizar el típico tubo que venden en todos los supermercados o un colorante rojo alimentario específico de pastelería. El resultado será el mismo. Si utilizáis el colorante en polvo, poned poco. No os paséis. Pensad que el color del bizcocho una vez cocido subirá bastante de tono. Ahora escudillamos el molde. Podéis utilizar moldes de silicona o el clásico metálico, eso sí, untado con mantequilla y harina para evitar que se enganche. Lo dejaremos cocer entre 30-35 minutos a unos 190-200 grados con ventilación. Comprobad que esté bien cocido por dentro con una varilla de hierro. Si sale limpia, está cocido. Antes de que se enfríe, y si queréis, podéis colocar una base más o menos plana encima. Seguidamente le daremos la vuelta. Y lo dejaremos en esta posición hasta que esté bien frío. De esta manera aseguraremos que la superficie del bizcocho quede plana. En otras ocasiones este paso no nos interesará. Una vez frío, desmoldamos con cuidado el bizcocho. Está perfecto. De hecho, a mí me gusta dejarlo reposar 24 horas en la nevera, dentro de una bolsa de plástico. De esta manera la textura queda más firme y es más fácil de manipular. En cualquier caso, se puede cocer y acabar el pastel el mismo día. Importante, tiene que estar completamente frío. Lo primero que haremos, como siempre, es recortar la parte exterior del bizcocho. La capa superior primero… y, poco a poco, la capa lateral. La parte inferior no hace falta tocarla. Por último, cortad el bizcocho por la mitad horizontal y reservadlo. Ahora prepararemos lo que se llama «azúcar baño» o mezcla de almíbar con brandy. Yo hago 80% almíbar + 20% brandy. Es poca cantidad para los niños y aportará un gran aroma. Si no queréis añadir licor, pintadlo sólo con almíbar o con leche. Mezclamos bien el azúcar baño. Colocaremos la capa inferior del bizcocho sobre una base resistente: una tapa plana o la base de un molde metálico. De esta manera lo podremos manipular sin problemas. Pintamos con azúcar baño. A continuación, en un cazo, mezclaremos mermelada de fresa y nata montada. En paralelo, montamos la nata. Pesamos el azúcar. Podéis poner más o menos, como os guste. Y cuando la nata esté casi montada, añadiremos el azúcar. Mezclamos una parte de la nata con la mermelada. Esta mezcla será el relleno del pastel. Repartidlo bien sin llegar del todo a los extremos. A continuación, colocaremos encima la capa superior del pastel. Y la pintamos con azúcar baño también. Poco a poco y paciencia. Pero cuidado que si hace calor la nata se os puede bajar. Llenad también los laterales. ¿Que cómo lo hago? con la mano izquierda plana sujeto el pastel gracias a la base que hemos puesto debajo y con la derecha, haciendo uso de la paletina, aplico la nata. Decoraremos los laterales con unos fideos de chocolate, pero también lo podéis hacer con almendra crocante. A continuación, llenaremos una manga pastelera con un cornete estrellado. Y haremos unas rosas de nata sobre el pastel. Para acabar, pondremos unos corazones de azúcar rojos y…unas bolas de chocolate. O lo que encontréis en el super. ¿Qué nos queda? Congelarlo. Hacedme caso. Es la mejor manera de reservar un pastel de nata. Sólo lo tendréis que sacar del congelador una hora antes de servirlo y dejarlo en la nevera. Una vez congelado, y con la ayuda de la paletina… os será muy fácil retirar la base que hemos utilizado. El pastel, congelado, se podrá manipular sin problemas. Colocadlo sobre un cartón con blonda y a la nevera. Acabaremos de preparar una decoración extra hecha con cobertura de chocolate. Partidlo en trozos. Ponedlo al baño María. Hasta que esté completamente deshecha. Ahora dejadla atemperar fuera del baño María. Para ir bien, la cobertura tiene que estar a la misma temperatura que el cuerpo humano. La manera que tienen los pasteleros de comprobarlo es provocando el contacto de la cobertura con el labio inferior, que es una parte del cuerpo humano muy sensible a la temperatura. Si la notáis más bien fría, significará que está al punto. Si la notáis caliente tendréis que esperar. La diferencia de tratarla fría o caliente será la calidad visual que tendrá. Si está fría brillará y será atractiva a la vista. Si está caliente, quedará mate y con vetas blancas, muy fea. Con la cobertura atemperada, pondremos una buena cantidad sobre la hoja que hemos recortado. Procurad no llegar a los extremos. Seguidamente haced movimientos con la hoja para repartir correctamente la cobertura y evitar marcas y burbujas. Dejadla enfriar. Poned la hoja dentro de la nevera durante un rato. Controlad el punto de cuajado de la cobertura con el dedo. Cuándo esté dura pero elástica la quitaremos y haremos unos cortes con un cuchillo. Podéis hacer las formas que queráis. Perfecto. A la nevera hasta que cuaje totalmente. ¡Buen provecho!

Recetas e información sacada de El Nacional Cat. Diario digital de información general.

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